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La importancia de la justificación por la fe

La importancia de la justificación por la fe

¿Por qué es tan importante la doctrina de la justificación por fe?
Para los cristianos, la justificación por fe es importante porque es única. Cualquier otro sistema de creencias, desde la religión panteísta más divergente hasta las sectas “cristianas” que se adjudican el nombre de Jesús, niegan que la salvación sea por fe en Jesucristo. El verdadero cristianismo que se basa en las Escrituras debe admitir que la justificación por la fe en Jesús es el único camino al cielo (Juan 14: 6). La Biblia dice que la fe produce naturalmente obras debido a un corazón cambiado y al Espíritu Santo que mora en él (un proceso llamado santificación), pero la Biblia no respalda la idea de que la justificación ocurre por cualquier otro medio que no sea la fe (Romanos 5: 1-5).

La justificación por fe también es importante porque nos da una visión correcta de nosotros mismos y de Dios. Ser justificado significa ser «pronunciado justo» o «tratado como justo». Cuando un criminal es justificado por la corte, él se presenta como inocente ante la corte. Lo han declarado inocente. El problema es que la única esperanza de la humanidad de ser vista como justa por un Dios y Juez santo, es ser totalmente perfecta, algo que todos sabemos no es posible, porque Adán cayó y se llevó a todos los hombres con él (1 Corintios 15:22). Sin embargo, Dios requiere perfección (Mateo 5:48). Este es un problema para todos nosotros, porque nadie es justo, ni siquiera uno (Romanos 3:12). Dios nos ha pedido algo que es imposible para nosotros.

También sabemos que «nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado.» (Romanos 3:20). Esto significa que la Ley nunca tuvo la intención de proporcionar un camino a la salvación, sino que se hizo para que nos diéramos cuenta de que necesitábamos un Salvador. Es por eso que Pablo continúa diciendo: «Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. » (Romanos 3: 21–22a). Este es el evangelio básico, la buena noticia de que no tenemos que ser perfectos ni proporcionarnos salvación nosotros mismos, porque el Cordero perfecto de Dios ha muerto para dárnosla. Todo lo que debemos hacer es creer que Él está dispuesto y puede salvarnos. Esa es la esencia de la justificación por la fe.

Entonces, sabiendo esto, creer que somos justificados por las obras es una negación completa de la verdad cristiana bíblica y ortodoxa. Dios toma su evangelio muy en serio, y emite una severa advertencia a aquellos que le enseñarían a la gente lo contrario: «Pero, aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición!» (Gálatas 1: 8–9).

Fuente: Compelling Truth

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