INTRODUCCIÓN
De acuerdo al diccionario se puede definir el agradecimiento como: Un sentimiento de gratitud que se experimenta normalmente como consecuencia de haber recibido de parte de alguien algo que se espera o que se necesitaba, de haber sido ayudado en alguna circunstancia difícil, entre otras situaciones. Ahora bien, el tema de agradecimiento no está excluido de la Biblia, de hecho, entre las ofrendas que Dios estableció, estaban aquellas que expresaban el agradecimiento por sus misericordias: “Y cuando ofreciereis sacrificio de acción de gracias a Jehová, lo sacrificaréis de manera que sea aceptable”, (Levítico 22:29). También en el Nuevo Testamento se le exhorta al creyente a ser agradecido con Dios. Por ejemplo el apóstol Pablo exhorta a los creyentes de Éfeso a dar gracias a Dios por todas las cosas que nos pasan en la vida: “dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”, (Efesios 5:20). Hace lo mismo con los Tesalonicenses: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”, (1 Tesalonicenses 5:18). En general, Dios espera que todos nosotros seamos agradecidos con El, pero, ¿cómo debemos expresar nuestro agradecimiento?
Veamos al menos 4 formas de cómo hacerlo.
I. NUNCA OLVIDAR LO QUE HA HECHO POR NOSOTROS.
La primera forma de expresar nuestro agradecimiento a Dios es no olvidando lo que Él ha hecho en nuestras vidas. Uno de los errores de Israel en sus primeros años como nación fue que rápidamente olvidaba las misericordias de Dios en su vida: “Pero aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse yendo tras los baales, y escogieron por dios a Baal-berit. Y no se acordaron los hijos de Israel de Jehová su Dios, que los había librado de todos sus enemigos en derredor”, (Jueces 8:33-34). Como creyentes no debemos olvidar todas las cosas que el Señor ha hecho por nosotros, especialmente porque no salvo de la condenación eterna, esta es la primera forma de expresar nuestro agradecimiento.
II. AMARLO AÚN EN LAS PEORES SITUACIONES.
En segundo lugar, otra forma de expresar nuestro agradecimiento a Dios es amarlo aun en las peores situaciones. Los judíos post-exilio son un buen ejemplo de como las personas pueden caer en este terrible error. Cuando ellos regresaron del exilio babilónico a reconstruir Jerusalén las cosas no fueron fáciles ya que sus enemigos los oprimían constantemente y no veían el cumplimiento de las promesas mesiánicas, por ello comenzaron a dudar del amor de Dios y a decir ¿en qué Dios nos ha amado? : “Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto”, (Malaquías 1:2-3). Estos versículos nos enseñan que aun cuando atravesamos las peores dificultades, el Señor nos muestra su amor en que no hemos sido tratados como los impíos. Tanto Israel como Edom (la nación descendiente de Esaú) habían pecado, pero a Israel lo disciplino y a Edom lo extermino convirtiendo su heredad para los chacales. Dios espera que jamás olvidemos lo que ha hecho en nosotros y que lo amemos aun en las peores dificultades.
III. EXPRESAR NUESTRA GRATITUD A TRAVÉS DE NUESTRO BUEN TESTIMONIO.
En tercer lugar, el espera que le expresemos nuestro agradecimiento viviendo como hijos de luz en completa santidad: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”, (Colosenses 3:17). Todo lo que hagamos debe hacerse para honrar y glorificar a Dios y al hacerlo estaremos expresando nuestro agradecimiento por todo lo que el Señor ha hecho por nosotros.
IV. TESTIFICAR LO BUENO QUE HA SIDO CON NOSOTROS.
Finalmente, nosotros podemos expresar nuestro agradecimiento con Dios testificándole al mundo cuan grandes cosas ha hecho por nosotros. Cuando Jesús fue a la región de Gadara las Escrituras dicen que libero de una legión de demonios a un hombre el cual vivía desnudo entre los sepulcros, pero debido al ato de cerdos que se precipito al barranco cuando los demonios se les metieron los habitantes gadarenos le pidieron que saliera de allí y cuando entro Jesús en la barca encontró al hombre que había estado endemoniado sentado, vestido y en sus cabales, porque quería seguirlo y servirle en agradecimiento por lo que había hecho, pero el Señor le dijo: “Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él”, (Lucas 8:39). Si queremos agradecerle a Dios lo que ha hecho en nosotros, lo mejor que podemos hacer es testificarle al mundo lo que Él ha hecho en nosotros.
CONCLUSIÓN.
Si queremos expresar nuestro agradecimiento con Dios debemos:
- No olvidar lo que ha hecho por nosotros.
- Amarlo aún en las peores situaciones.
- Expresar nuestro agradecimiento por medio de nuestro buen testimonio.
- Testificar lo bueno que ha sido con nosotros.