¿Quién fue el Apóstol Pablo?

Pablo fue el apóstol más popular de la Iglesia primitiva ya que fue efectivo en la formación de la comunidad cristiana.

Fue educado en Jerusalén bajo el famoso maestro judío llamado Gamaliel. Su nombre original era Saulo, pero después de su conversión al cristianismo, cambió su nombre a Pablo, que significa pequeño.

Hay siete parientes de Pablo mencionados en el Nuevo Testamento: Andronicus, Junia, Jason, Sosipater y Lucius. También se mencionó a su hermana y su sobrino, quienes lo ayudaron en la prisión.

Según los escritos del Nuevo Testamento, antes de su conversión, Pablo se dedicó a perseguir a los primeros discípulos de Jesús en el área de Jerusalén.

En la narración de los Hechos de los Apóstoles, Pablo viajaba por el camino de Jerusalén a Damasco en una misión para arrestarlos y llevarlos de regreso a Jerusalén, cuando Jesús resucitado se le apareció bajo una gran luz. En ese momento Cristo le pregunta por qué estaba persiguiendo a su Iglesia, y a partir de entonces empieza su proceso de conversión.

Nunca conoció a Jesús durante sus breves años de ministerio y tampoco fue uno de los Doce Apóstoles, pero según el Nuevo Testamento, interactuó con muchos de los discípulos originales, especialmente en Jerusalén.

Pablo, el Apóstol, se aprovechó del hecho de ser judío y ciudadano romano para ministrar y llevar la Palabra de Dios al público judío y romano.

Pablo era judío de nacimiento y había preguntas sobre su compromiso con el judaísmo tanto antes como después de su conversión al cristianismo. Los judíos conspiraron para matarlo, pero Pablo se enteró de su plan. Observaban las puertas día y noche, pero los discípulos lo tomaron por la noche y lo ayudaron a escaparse.

Trece de los veintisiete libros del Nuevo Testamento han sido atribuidos a Pablo. Hoy, las epístolas de Pablo siguen siendo raíces vitales de la teología, el culto y la vida pastoral en las tradiciones católicas y protestantes de Occidente, así como en las tradiciones ortodoxas de Oriente.

La influencia de Pablo en el pensamiento y la práctica cristiana se ha caracterizado por ser tan profunda como penetrante, entre la de muchos otros apóstoles y misioneros involucrados en la difusión de la fe cristiana.

Agustín de Hipona desarrolló la idea de Pablo de que la salvación se basa en la fe y no en obras de la ley. La interpretación de Martín Lutero de los escritos de Pablo influye en la doctrina de la sola fide (solo la fe) de Lutero.