Jesús como Señor

En este artículo estamos hablando de los nombres y frases descriptivas que identifican a Jesús.

Hasta ahora hemos hablado de Jesús como Dios, nuestro Creador, la Palabra, el Hijo de Dios y el Cordero de Dios. En este artículo, hablamos de Jesús como Señor.

Jesús es Señor

Pablo, hablando de Jesús, dice: «que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos.» (Rom. 1: 4).

Jesús es «Señor», un término usado en una variedad de formas en la Biblia.
Como adjetivo significa «tener poder» (kuros) o «autoridad» (Vine).
Por lo tanto, como sustantivo (despotes) significa «un maestro, señor, uno que posee la autoridad suprema.»

«Señor» usado del Padre y del Hijo

El Padre es Señor (Judas 1: 5), y Jesús es Señor (Judas 1: 4).

Pablo usualmente usa «Señor» para referirse a Jesús, pero no siempre.
Otros escritores frecuentemente usan el término «Señor» indistintamente.
En Hechos 2: 34-35, Pedro usa «Señor» para Dios y «Señor» para Jesús en la misma declaración. «El Señor le dijo a mi Señor: Siéntate a mi mano derecha.»

Por lo tanto, debemos prestar atención y entender a quién se refiere la palabra «Señor», ya sea al Padre o a Jesús. «Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.» (Hechos 10: 36).

En otras palabras, Jesús es el Señor de todos. Toda persona está obligada a obedecerle, sea judío o gentil, esclavo o libre, hombre o mujer (Gálatas 3:28).

Jesús es el Señor de la gloria

Hablando de las personas que crucificaron a Jesús, Pablo dice que crucificaron al «Señor de la gloria» (1 Cor. 2: 8).

«Esta expresión es un hebraísmo y significa ‘el glorioso Señor’; o el ‘Mesías’. Expresiones como esta, donde un sustantivo realiza el oficio de un adjetivo, son comunes en el idioma hebreo.» (Barnes).

Hoy, Jesús es glorificado como Él gobierna, sentado a la «diestra del poder de Dios» – «la diestra del trono de Dios» (Lucas 22:69; Hebreos 12: 2).
Jesús es el Señor de los señores: Juan, al ver a Jesús derrotar a sus enemigos, dice:

«Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.» (Apocalipsis 17:14).

«Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.» (Apocalipsis 19:16).

Jesús gobierna sobre todas las naciones de la tierra, teniendo toda la autoridad en el cielo y la tierra (Mateo 28:18). Él es: El gobernante de los reyes de la tierra (Ap. 1: 5), el bendito y único Soberano, el Rey de reyes y Señor de señores (1 Tim. 6:15).

Nuestra responsabilidad es santificar a Cristo como Señor en nuestros corazones. Pedro, en el contexto de esta declaración, hace varios puntos buenos para nuestra consideración (1 P. 3: 13-17):

«¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?
Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,
sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.
Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.»