Una forma de responder por qué Dios requiere fe es porque Él es nuestro Padre Celestial. Nuestra relación con él es similar a otras relaciones en el sentido de que incluye la confianza en la otra persona, el tiempo juntos, el amor y el respeto. Debido a que no podemos conocer plenamente a otra persona, y mucho menos a un Dios infinito, todas las relaciones requieren de un cierto grado de fe (confianza). Dios es nuestro Padre y se necesita fe para creer que Dios nos ama y que Él provee para nuestras necesidades.
La fe es importante también porque Dios no es visible para la humanidad. Hebreos 11:1 nos enseña: “Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.” No podemos ver a Dios (Juan 1:18). No obstante, tenemos fe en Él que proporciona seguridad.
La fe es necesaria para agradar a Dios. Hebreos 11:6 indica: “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.” La fe no solamente le agrada a Dios, conduce a galardones—la vida eterna, recompensas celestiales, y la experiencia de la plenitud de la vida en la tierra (Juan 10:10).
La fe es importante para que los creyentes obedezcan al Señor. Por ejemplo, a Adán y Eva se les había dado una orden a no comer de una fruta en particular (Génesis 2:15-17). Debido a que su fe vaciló con respecto a este mandato, se comieron el fruto prohibido y pecaron. En contraste, Santiago 2:23 comparte, “Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia”.
Dios requiere la fe, ya que permite a los humanos la capacidad de elegirlo o rechazarlo. Sin la capacidad de elegir, la humanidad dejaría de ser humana tal como la conocemos. Porque la gente puede optar por tener fe o no tener fe, hay una manera de que Dios pueda saber quienes son los que han creído en Él y quienes no.
La fe en Dios no es «fe ciega», como algunos sostienen. Sino es una elección basada en la información disponible. La Biblia, el mundo creado, las vidas cambiadas de los creyentes, Jesucristo, y otras maneras en que Dios actúa en nuestro mundo constituye una prueba suficiente para que la gente elija la fe en Dios. Como Jesús enseñó en Lucas 16:31: “Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos.”
Fuente: Compelling Truth