Aplicar correctamente las enseñanzas de la Biblia a tu vida es una de las cosas más importantes que puedes hacer como cristiano. Santiago 1:22-25 explica por qué: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”
¿Pero cómo aplicamos la Biblia a nuestras vidas? Primero, debemos conocerla. Esto puede implicar escucharla, leerla, meditar en las Escrituras, memorizar la Palabra de Dios, asistir a grupos de estudio bíblico y escuchar una predicación centrada en la Biblia. Es difícil aplicar algo que no sabes, por lo que es importante que realmente leas y estudies las Escrituras por ti mismo.
Luego, aplicarla correctamente implica conectar los principios bíblicos a los problemas de tu vida. Un proceso útil es primero identificar el problema. Segundo, identifica los principios bíblicos que conectan. En tercer lugar, ora y busca sabiduría sobre cómo conectar los principios bíblicos con tu problema de vida.
Por ejemplo, tal vez te encuentres en una situación en la que estés tratando de decidir cómo responder a un problema personal para controlar tu enojo. El problema es aprender a controlar la ira. El principio bíblico de conexión podría incluir muchos pasajes. Sin embargo, dos importantes incluyen Santiago 1:19 y Efesios 4:22-24. Santiago 1:19 enseña: «Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse». Una forma de enojarse con menos frecuencia o no tan fácilmente es escuchar mejor y esperar para hablar en respuesta. Esto puede no resolver todos los problemas, pero ayudará a evitar muchas situaciones en las que un estallido de ira podría aumentar los problemas.
Efesios 4:22-24 agrega otro concepto: «En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.» Cambiar un hábito negativo no es solo detenerse, sino también reemplazar el hábito negativo por uno positivo. ¿Cómo podría relacionarse esto con controlar tu enojo? Quizás estés pausando 10 segundos antes de responder. Otro nuevo hábito podría ser detenerse a orar por la persona o por la situación que te enoja. Estos y otros reemplazos positivos pueden ayudar a reducir las situaciones en las que se producen estallidos de ira.
Aplicar la Biblia es un desafío continuo que todo cristiano debe enfrentar. Sin embargo, es esencial para todos los cristianos crecer constantemente en la comprensión de los principios bíblicos que se aplican a los problemas de la vida. Este conocimiento ayudará a proporcionar la información necesaria para responder a los desafíos y la tentación que enfrentarás. Incluso Jesús usó este método. Cuando fue tentado tres veces en el desierto, Él respondió cada vez refiriéndose a las Escrituras que proporcionaban la respuesta necesaria. El proceso continuo de estudio y aplicación puede servir como la clave para un mejorado crecimiento espiritual, cambiando tu vida y la vida de los demás.
Fuente: Compelling Truth
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