3 estrategias para conocer mejor la Biblia (incluye lista de recursos y tips)
“¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!, Más que la miel a mi boca” (Salmos 119:103).
Necesitamos conocer la Biblia más de lo que creemos. Realmente es cuestión de vida o muerte (Dt. 32:46-47).
Por eso quiero ayudarte a profundizar en ella sugiriéndote estas tres estrategias que me han servido bastante. Al final recomiendo varios recursos que pueden servirte y comparto algunos tips breves.
Confieso que cuando comencé a escribir este artículo, no pensé que llegaría a ser tan detallado. ¡Espero que no te abrume! Solo deseo motivarte a conocer más lo que Dios ha revelado.
Por favor recuerda: estas estrategias son solo recomendaciones.
1. Ten un plan de lectura
Cuando se trata de leer la Biblia, es mejor tener un plan que no tener alguno.
Por eso esta es la estrategia #1 que sugiero. Como he hablado antes, personalmente…
- Un plan me impulsa a ser más disciplinado. Si somos constantes para muchas cosas que hacemos a diario, ¿por qué no para alimentarnos espiritualmente? Además, la disciplina es importante porque ella conduce a la naturalidad.
- Un plan que abarque toda la Biblia me guía a conocer todo lo que Dios ha revelado en Su Palabra y no sólo algunas partes.
- La idea de tener un plan me recuerda que estoy en guerra contra mi incredulidad, las tentaciones y mi inclinación a pecar. Si los soldados siguen planes para ganar guerras, ¿por qué yo no habría de seguir un plan para adentrarme en lo que mi Señor ha dicho para garantizar mi victoria?
En mi opinión, los mejores planes anuales que conozco:
- Plan cronológico. Lee la Biblia en el orden en que los eventos ocurrieron cronológicamente. Esto te ayudará bastante a comprender mejor toda la historia de la redención.
- Plan de Robert Murray M’Cheyne. Lee el Antiguo Testamento una vez, y el Nuevo Testamento y los Salmos dos veces. También tiene una versión para hacer en dos años. Lo he seguido y es muy bueno.
Hay muchos más planes en Internet o aplicaciones como YouVersion para que escojas uno. Algunos son más flexibles que otros. Lo clave es que el plan abarque toda la Biblia, o gran parte de ella, y ores a Dios para que te conceda seguirlo.
Como dato curioso, según Crossway puedes leer la Biblia en un año leyendo solo 12 minutos al día; una cantidad de tiempo ridículamente pequeña en comparación a tus horas en redes sociales y Netflix. No tenemos excusas para no leer la Biblia al menos en un año… y sin embargo, fallamos.
Que esto te motive más. No hay excusas para no conocer más la Biblia en el 2019.
2. Memoriza porciones extensas
Hace mucho tiempo creía que memorizar la Biblia era para “religiosos”, pero por la gracia de Dios hoy sé que la memorización extendida de ésta es una disciplina espiritual importante en nuestra santificación: para tener nuestra mente llena de Cristo, debemos llenarla con Su Palabra (Col. 3:16).
Aunque llevo pocos años memorizando, los efectos han sido incalculables para mí y deseo seguir experimentándolos. Memorizar extendidamente es una herramienta poderosa con la que contamos en el estudio de la Biblia, porque nos sirve para recordar una y otra vez, comprender los versos en sus contextos y analizarlos constantemente.
¿Cómo memorizar grandes porciones de la Palabra?
Uso el popular método de Andrew Davis (el cual he compartido resumidamente con algunos tips). Es menos tedioso de lo que te imaginas, mucho más fácil de lo que crees y más valioso que lo que puedes pensar.
Empieza así: En el primer día…
- Lee 10 veces el primer versículo del libro o capítulo que quieres aprender, con mucha atención.
- Luego dilo de memoria por 10 veces más.
- ¡Listo!
El siguiente día…
- Recita 10 veces el versículo que aprendiste ayer (puedes revisar tu Biblia para refrescarlo).
- Luego lee el siguiente versículo 10 veces, con mucha atención.
- Recita el nuevo versículo que aprendiste 10 veces.
- ¡Listo!
El siguiente día…
- Recita 10 veces el versículo que aprendiste ayer (puedes revisar tu Biblia para refrescarlo).
- Luego recita una sola vez los dos versículos que ya te sabes (el primero y el segundo).
- Luego lee el siguiente versículo, el que aprenderás hoy, 10 veces con mucha atención.
- Recita 10 veces el nuevo versículo que aprendiste.
- ¡Listo!
Y así sucesivamente hasta que termines el capítulo o libro.
Luego recita todo una vez al día durante tres meses, y posteriormente recítalo sólo una vez por semana para que no se te olvide.
Te aseguro que no te arrepentirás de ningún minuto invertido en grabar la Palabra de Dios en tu mente.
Sugerencia: Establece la resolución de memorizarte en el 2019 un libro corto, como Filipenses o Efesios. También puedes memorizar varios salmos.
3. Planifica lecturas largas
¿Alguna vez te has apartado por horas para leer seguido todo un libro de la Biblia mientras oras y tomas notas?
La lectura detallada de porciones cortas de la Palabra (como un capítulo o un par de ellos) tiene su importancia en la vida del creyente. Pero los libros de la Biblia en realidad fueron escritos para ser leídos de manera entera, sin interrupciones ni distracciones.
Tener lecturas largas, escribiendo sobre lo que aprendemos — lo cual nos lleva a pensar con más detenimiento—, nos sirve para ver cosas que no veríamos leyendo la Biblia en porciones cortas. Por ejemplo, ver mejor el mensaje central de un libro o cómo un tema se desarrolla a lo largo de varios capítulos.
Andy Naselli comparte en el sitio web del ministerio Desiring God un gráfico que muestra cuánto tarda leer aproximadamente cada libro de la Biblia. Aquí un fragmento (Hageo – Tito):
¿Sabías que puedes leer Hechos en menos de dos horas y media, o todo Hebreos en 45 minutos?
En promedio pasamos 13 horas por semana (111 minutos diarios) en Internet. Si tenemos tiempo para estar tanto tiempo frente a la computadora o un smartphone, sin duda tenemos tiempo para leer más y más la Biblia.
Es posible planificar al menos una vez a la semana, o cada quince días, alimentarnos de un libro de la Biblia leyéndolo completo.
Es mi convicción que una de las razones por las cuales muchos cristianos conocen porciones de la Biblia y versículos, pero no conocen el mensaje de la Biblia ni lo que enseñan los libros que hay en ella, es porque no suelen realizar lecturas de porciones extensas o de libros completos.
Recursos que pueden servirte
En la Biblia está todo lo que necesitamos saber para vivir como Dios quiere que lo hagamos (2 Ti. 3:16-17) y el Espíritu Santo tiene poder para alumbrar los ojos de nuestro entendimiento para que podamos entenderla (Ef. 1:18).
No obstante, a Dios le ha placido que nos ayudemos los unos a otros a comprender lo que Él ha revelado (cp. 1 Timoteo 3:2; 1 Corintios 12:12).
Por eso te sugiero invertir con discernimiento en recursos que pueden ayudarte a conocer más la Palabra de Dios.
Estos son los mejores que conozco hasta ahora:
Biblias de estudio:
- NIV Zondervan Study Bible (en inglés). La uso a diario y me ha sido muy útil para conocer más el contexto en el que fueron escritos los libros, así como para aclarar algunas dudas. Me encanta su énfasis en la historia de la redención a lo largo de toda la Escritura.
- Biblia de Estudio MacArthur. En inglés es bastante buena, y en español es la mejor Biblia de estudio disponible hasta ahora.
- Reformation Study Bible (en inglés). No dispongo de esta Biblia en físico, pero en BibleGateway y su app están disponible gratis sus notas. Me han servido en más de una ocasión. Solo debes cliquear en la barra “study this” y seleccionar la Biblia de estudio.
Comentarios bíblicos:
- Comentario al Nuevo Testamento por William Hendriksen y Simon J. Kistemaker. Parece que estos son fáciles de conseguir en muchos librerías cristianas. Son bastante útiles y representan una excelente inversión.
- Comentario MacArthur del Nuevo Testamento. En español, los comentarios de John MacArthur están entre los mejores para toda clase lector. Durante el 2015 leí su comentario sobre Romanos y fue de mucha bendición para mí.
En inglés hay muchos más comentarios excelentes y fáciles de leer para la mayoría de los creyentes. No he leído muchos en inglés, pero la serie Christ-Centered Exposition Commentary es bastante buena y muchos hermanos recomiendan los comentarios Preaching The Word.
Además, te sugiero acompañar tu lectura de la Biblia con una buena lectura devocional que te ayude a profundizar más en la Palabra. Aquí tienes algunos libros devocionales que recomiendo.
Más tips para leer la Biblia
- Considera escuchar de vez en cuando versiones en audio para tener un panorama de los libros de la Biblia, recordar tus lecturas, o incluso comparar versiones mientras lees otra traducción al mismo tiempo. El tiempo vuela cuando haces esto. En YouVersion o BibleGateway hay opciones gratuitas para escuchar la Biblia.
- ¿Has pensado en seguir el mismo plan de lectura con otra persona? Dos personas con el mismo plan pueden animarse mutuamente a continuar leyendo, y juntas pueden conversar sobre lo que van aprendiendo diariamente.
- Leer la Biblia sin versículos y divisiones puede ayudarte a comprender más las narraciones e hilos argumentales. En BibleGateway puedes leerla así (quita la opción “verse numbers” en las opciones). En español, puedes adquirir la Biblia del lector: una presentación excelente de la Biblia sin divisiones de versículos y capítulos. Si tu principal lengua es el inglés, considera la ESV Reader’s Bible.
Un llamado a atesorar la Palabra
¡Espero no haberte intimidado con todo esto! Simplemente quiero alentarte a atesorar más la Palabra. No hay una sola estrategia o plan de lectura que debes seguir obligatoriamente para conocerla más.
Lo importante es leer la Biblia en humildad (Is. 66:2; Stg. 1:21), orando a Dios y buscando comprenderla, sabiendo que en última instancia, incluso aunque algunos recursos puedan ayudarnos, la comprensión viene de Dios (2 Ti. 2:7).
No desperdiciemos nuestras vidas en vanidades, sabiendo que tenemos la Palabra del Señor. Seamos llenos por ella (Col. 3:16). Lo que Dios ha hablado vale más que todo lo que este mundo pueda darnos.
Es mi oración que Dios nos conceda un 2019 en el que crezcamos en el conocimiento de Su Palabra, y así en el conocimiento de Él.
La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma;
el testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo.
Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón;
el mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos.
El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre;
los juicios del Señor son verdaderos, todos ellos justos;
deseables más que el oro; sí, más que mucho oro fino,
más dulces que la miel y que el destilar del panal.
(Salmos 19:7-10)
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Fuente: Josue Barrios
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