Hay dos tipos de maldad: moral y natural. El mal moral es pecado, como asesinato, violación, abuso, terrorismo o genocidio. El mal natural, por lo contrario, es lo que causa sufrimiento y desagrado por no saberse exactamente por qué ha ocurrido.
Por ejemplo, todos los humanos mueren, los animales sufren, los desastres naturales como los tsunamis y los terremotos causan estragos, los vehículos se estrellan, las enfermedades matan a millones y ocurren horribles accidentes.
El problema emocional del mal es la tensión emocional y religiosa que las personas experimentan cuando ellas o las personas cercanas sufren. Las personas que luchan con el problema emocional del mal pueden preguntarle a Dios con desesperación: «¿Por qué?»
No obstante, es común que se utilicen argumentos extrabíblicos que más que arrojar algo de luz a la cuestión, la vuelven aun más enrevesada y compleja.
¿Cuáles son algunas soluciones no bíblicas / inadecuadas al problema lógico del mal?
John M. Frame presenta y refuta varios (Apologética a la Gloria de Dios: Una Introducción [Phillipsburg: Presbyterian & Reformed, 1994], 155-70):
1. El mal no es real. Cierto, pero insistir en que el mal es meramente una ilusión es jugar un juego de palabras.
2. Dios no es todopoderoso. Falso, las Escrituras claramente enseñan lo contrario.
3. Este es el mejor mundo posible, y el mal es necesario para su perfección. Si bien una forma de este punto de vista es ciertamente posible, no está lo suficientemente clara en las Escrituras como para justificar el dogmatismo.
4. El mal es el resultado del libre albedrío de las personas, por lo que Dios no es responsable del mal. Pero a pesar de que los humanos quieren pensar que están a cargo de forma autónoma de todo lo que eligen, su voluntad es libre solo en el sentido de que son libres de actuar de acuerdo con su naturaleza (es decir, su complejo de atributos). Los humanos no son absolutamente libres; de lo contrario, Dios sería absolutamente contingente, innecesario.
5. El mal es necesario para que las personas maduren. El sufrimiento no construye necesariamente el carácter.
6. Dios es la causa indirecta (no directa) del mal, por lo que no es responsable del mal. Pero esto haría de Dios un jefe cósmico de la mafia que contrata a sicarios para llevar a cabo su trabajo sucio.
7. Dios está por encima de la ley, por lo que puede hacer lo que parece malo para otras personas. Falso, la Ley de Dios refleja su carácter.
8. Los no cristianos no tienen derecho a cuestionar si Dios es todopoderoso. Esta solución ataca a los no cristianos en lugar de responder a su pregunta legítima sobre cómo el cristianismo se sostiene a la luz del problema lógico del mal.
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